En un antiguo molino de aceite del siglo XVII se esconde este precioso hotel boutique ubicado en una finca de árboles frutales, olivos, jazmines y magnolios. En el exterior se encuentra una piscina con zona solárium con hamacas. Las habitaciones han sido decoradas de un modo personalizado, con cuadros y muebles de todo el mundo. Disponen de terraza o jardín privado. Las suites cuentan con romántica chimenea de leña. Al servicio de sus huéspedes se encuentra un honesty bar y un salón biblioteca. El restaurante ofrece menú de cena diario con una cocina elaborada con productos de temporada, la mayoría ecológicos, con productos de proximidad y hortalizas y verduras de la propia huerta. A 10 minutos de la ciudad de Ronda donde puede disfrutarse del centro histórico y las impresionantes vistas desde el Puente Nuevo.